lunes, 12 de abril de 2010
Tan lejos de la piedad...
Tan lejos de la piedad, como la queja
tan frío a la palabra como la piedra
inconmovible a la revelación
como si mi oficio fuera de hueso
tan lejos del tiempo como la historia
tan cerca de uno mismo hoy
como niños, a las bufandas del arco iris
a la puesta de sol a su juego amarillo
a los párpados en el sepulcro
¡cuán mudo yace el danzarín
cuando las revelaciones del color se rompen
y resplandecen -las mariposas!
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