Jardinero de un huerto dolorido,
tu senda es entre nubes, barro loco y cuerdo,
náufrago del asfalto en que me pierdo,
apenas sin amar ni ser amada.
Su amor me agobia sin sonido,
me mudo a la mesura del recuerdo,
donde lunas guardadas que remuevo,
me libran de pensar y dan olvido.
Amor tiende tu mano y pon tu agua
en esta herida mía, donde fragua
solo el silencio vivo de la muerte,
donde pesa el cansancio y es probable,
que si su peso se hace insoportable,
decida dormir para siempre y ya no despierte...
tu senda es entre nubes, barro loco y cuerdo,
náufrago del asfalto en que me pierdo,
apenas sin amar ni ser amada.
Su amor me agobia sin sonido,
me mudo a la mesura del recuerdo,
donde lunas guardadas que remuevo,
me libran de pensar y dan olvido.
Amor tiende tu mano y pon tu agua
en esta herida mía, donde fragua
solo el silencio vivo de la muerte,
donde pesa el cansancio y es probable,
que si su peso se hace insoportable,
decida dormir para siempre y ya no despierte...
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